Muchas familias eligen transportar sus bebés en fulares o mochilas portabebés, sin necesidad de cargar con el cochecito del bebé. Esta costumbre que cada vez más está de moda, la llamamos “babywearing”. Es una forma de transportar nuestros bebés junto a nosotros, en un fular o en una mochila. Esta forma de transporte es muy fácil y cómoda de usar, ya que nos deja las manos libres y no tenemos que estar preocupados con el cochecito del bebé, que si de un lado para otro, o que si montamos y desmontamos cuando llegamos al coche. Para escoger un buen portabebés, es muy importante que se adapte a la edad de nuestro hijo y que nos lo probemos para asegurarnos que estamos adquiriendo un producto cómodo y rentable para nuestro día a día. El material debe ser seguro, de calidad y fácil de ajustar. Hay varios modelos que se pueden colocar en la espalda o en la parte de delante de quien lo está transportando.
Esta forma también nos da más seguridad. Cuando salimos de casa con nuestro hijo en un cochecito, tenemos que estar constantemente atentos y no podemos quitarle la vista de encima ni soltar el coche. No tenemos la libertad de poder estar viendo algo tranquilas sin estar constantemente con la preocupación de mirar o de no estar estorbando con el coche. Esto con los fulares o las mochilas no pasa. Son bastante prácticos, nos facilitan el transporte y tenemos toda la libertad de movimientos. Todo esto sin preocuparnos mucho con la seguridad del bebé, ya que esta pegadito a nosotros. Por eso, “babywearing” nos da más tranquilidad, movimiento, amor, comodidad, todo lo que necesitan los papás y los bebés. Hay que buscar siempre lo mejor para nuestros hijos sin nunca nos olvidarnos de nosotros mismos.
El fular es un sistema más calentito, donde él bebe se queda más recogido pegado a nosotros. Distribuye el peso de una manera uniforme y es una de las mejores formas para los recién nacidos, para que sientan mejor la presencia de la mamá.
Las mochilas se ajustan muy fácilmente a la mamá y al papá y aguantan más tiempo a nuestros hijos, llegando a los 3 años de edad. Distribuyen bien el peso y son bastante cómodas.